Lupita Viggiano
Nací un jueves de invierno en Torreón, Coahuila, y aunque vi por primera vez la luz en esta bella ciudad, sólo marcó el inicio de una serie de lugares en los que he morado. Mi conexión a la naturaleza fue un regalo que recibí de mis padres y que agradezco profundamente. Dado que no había escuelas para una propia formación académica, mis padres decidieron que era momento de regresar a Coahuila, a la ciudad de Saltillo donde nació mi mamá, para continuar con mis estudios. Tomé la opción de Tecnologías de Información, pensando que en un futuro podría ejercer mi profesión en cualquier ámbito. Salir de casa y comenzar a vivir una vida en un ambiente diferente a lo que vivía, marcó un parte aguas en mi vida. Me gradué de Licenciatura al cumplir 20 años. Colaboré por un poco más de dos décadas para empresas pioneras en IT, las cuales me formaron y me dieron oportunidad de trabajar en diferentes países, aprender de sus culturas, y sobre todo conocer maravillosos seres humanos que han sido grandes maestros en mi vida.
Dress4you fue el resultado de la inspiración, un sueño de niña siempre latente. Mamá solía regalarme la ropa que no quería y la transformaba en atuendos que confeccionaba para mí. Sin duda, nuestra manera de vestir y tono elegido transforma nuestros pensamientos y emociones. ¿Y quién no hemos sentido que el mundo se transforma a nuestro alrededor al sentirnos seguras de nosotras mismas por portar una prenda de pasarela? Por otro lado, la contaminación que genera la producción de ropa en el mundo es de aproximadamente 500 mil toneladas de micro plásticos al año que llegan a los océanos. Tan solo en CDMX, se desechan 3,700 millones de toneladas de residuos textiles, y sólo se recicla el 1%. La producción textil es responsable del 20% de la contaminación del agua potable, y las emisiones de carbón generadas por el proceso de fabricación son muy altas. Hacer consciencia de esta realidad nos vuelve más empáticos con el ambiente, a la vez que contribuye a mejorar nuestra economía. Rentar un vestido es una forma de amar a la naturaleza y a nosotras mismas.
Han transcurrido casi 8 años, no imaginaba los retos que nos estarían esperando, sólo seguí mi corazón. Ha sido un aprendizaje exponencial (si lo comparo con el arte de trabajar con máquinas programables). La pasión y el arduo trabajo de un maravilloso equipo de increíbles mujeres, familia y amigos, han sido fundamental. Cada cliente que llega a dress4you es un mundo por descubrir, con una historia única que nos inspira y nos da la oportunidad de servir, transformando en pequeña o gran medida su vida, siendo parte de su historia, aunque sea por un breve instante.
“Rentar un vestido es una forma de amar a la naturaleza y a nosotras mismas”.
