Eduardo Martínez y Morales

Eduardo Martínez y Morales es un gran ser humano, sencillo, de buen corazón, apasionado por los autos y todo lo que a este tema se refiere. Es un excelente empresario con una gran visión en el ramo automotriz, pero sin lugar a dudas, lo que más ama es su familia y el significado de ella. En esta ocasión, nos permitió ver al hombre sensible, sencillo y vulnerable, compartiéndonos un poco de quién es.

La verdad, disfruto cada segundo con mis hijos. A pesar de que tengo un carácter especial y siempre estoy encima de mis hijos, tratando de corregirlos y de enseñarles con el ejemplo. En ocasiones me siento el peor padre del mundo y en otras me siento el papá del año. Creo que esa pregunta es más para mis hijos que para mí.

No es más rico el que tiene más, sino el que es feliz con lo que tiene. Además de ser, hay que aparentar ser. ¡Entre mil frases más!

En realidad, todo. Uno aprende del padre y lo interpreta según el estilo de cada quien. El ejemplo que le doy a mis hijos es el resumen de lo bueno que le aprendí a mi padre.

Cuando me llevaba al rancho. Eso me marcó tanto que decidí estudiar agronomía por esa razón. Me encantó la pasión de mi padre por el campo y los animales, y decidí dirigir mi rumbo por ese sendero.

¡Híjole! Son tantos momentos bellos que tengo, pero creo que me gustaría vivir de nuevo las idas a casa de mis abuelos Martínez el día 6 de agosto, día del Santo Cristo de la capilla. Me encantaba y me emocionaba tanto que, al abrir la puerta de su casa, donde ahora es la funeraria, estaba el tío vivo (carrusel) y comenzaba la feria por toda la calle hasta llegar a la catedral, donde agarrábamos lugar y veíamos la pólvora y los fuegos artificiales. ¡Momentos inolvidables de felicidad!

Son las personas que siempre están a tu lado, las que te apoyan sin pensarlo, solo por la confianza. Son las que acuden a ti cuando tienen un problema o cuando quieren festejar sus logros. Son los que te acompañan siempre y levantan el brazo en los éxitos o te dan la mano para levantarte en las derrotas.

Sin duda alguna, es una época totalmente diferente. Creo que debemos aprovecharla al máximo. Ya con tanta tecnología podemos tener toda la información al alcance de la mano y con ello, tenemos la gran oportunidad de producir y desarrollarnos con más certeza y efectividad. Solo hay que cuidar y enseñar a las nuevas generaciones para que el uso sea de manera responsable y bien aplicada.

Es verdad. Al estar rodeado de política en mi familia, aprendí a aplicarla en el sector empresarial y ese ha sido mi mayor logro. Simple: analizar escenarios y tomar las mejores decisiones para el beneficio de la empresa. Ser conciliador y mantener la armonía a base de respeto entre los colaboradores. Encontrar los mejores perfiles para cada puesto, asignar y distribuir los presupuestos a cada área según los objetivos, etcétera.

Es la manera en que disfrutamos poner en práctica nuestras habilidades al mismo tiempo que cumplimos con la cuota de ser productivos y útiles en la vida. Pero hay que saber darle el tiempo al trabajo. Una vez alguien me dijo que no todo es trabajo en la vida, que tomara mis tiempos para otras actividades, que si mi propósito en la vida era trabajar, hubiera nacido siendo motor. ¡Despierta, carajo!

Hace seis años entré a Coahuila Motors como parte de una revisión solicitada por Grupo Martínez. Me fui metiendo tanto en cada uno de los departamentos que acabé enamorándome de ellos y de su gente. Me di cuenta de que no era una agencia común y corriente; era un lugar en donde se desarrollaban más de 140 personas que se entregaban por hacer las cosas bien para dejar el nombre de mi familia en alto.

Representamos las marcas del grupo Stellantis: Dodge, Fiat, Jeep, RAM y ahora integramos Peugeot a nuestra sala de ventas.

Creo que no es solo una clave, es un conjunto. Hemos tratado de seguir los principios y valores de la familia, los mismos que rigen al Grupo Martínez también en el sector empresarial.

Mi gente, el personal que la representa.

Era cuestión de tiempo, algo inevitable. El reto es adaptarnos a esta ola de innovación, modernidad y crecimiento del sector automotriz para seguir siendo punta de lanza en cada uno de los segmentos.

De mis temas preferidos. Desde pequeño siempre tuve la ilusión de tener un vehículo diferente, y yo me los imaginaba, diseñaba y los hacía en mi bicicleta como prototipos. Pero ahora encontré en este andar a un muchacho que tiene un talento sin igual, mi tocayo Rábago, y a Performance, en donde la especialidad es modificar vehículos nuevos llevados al máximo, logrando unos vehículos increíbles.

Así es, vienen sorpresas. Estoy por lanzar, junto con mi equipo Oriental Motors, nuevas marcas a nivel nacional, como Dongfeng, Howo Max, y siempre estoy en búsqueda de las mejores marcas para ofrecer al mercado mexicano productos de calidad.

Nadie enseña a ser padre, pero también no hay manual para ser hijos. Los padres e hijos no se escogen. Vivan su relación con plenitud, disfrutando lo que tienen. ¡Es lo que hay!

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